juanmanuelsanchezmoreno
  Abandonado
 
Antonio era un anciano casado y con un hijo que vivía en Barcelona con su mujer, enferma de Cáncer de pulmón ya en fase terminal que la había dejado en silla de ruedas. Cuando ésta murió, Antonio, sintiéndose solo, fue a vivir a casa de Carlos, su único hijo. Aunque molesto por su presencia, este calló por un tiempo. El verano siguiente, sin embargo, marchó de nuevo a su casa para no dar molestias.

Un día, llegó una carta para Antonio de parte de su hijo, diciendole que le esperaba en la catedral de la Sagrada Familia para hablar con él. Antonio no podía creerlo. Su único hijo, por fin, le prestaba atención, y el día antes preparó una sorpresa. En un sobre, introdujo un billete para viajar a Benidorm, la ciudad favorrita de su hijo cuando era niño. Otro se lo guardó él, para poder disfrutar los dos juntos como antaño.

Cuando se encontraron, el hijo iba vestido de ejecutivo, como siempre. Estaba acompañado de dos desconocidos, con uniformes del hospital en el que trabajaba.

-Hola-dijo Antonio-¿Querías verme, no, hijo?

-Hola padre-dijo Carlos- Efectivamente, quería verte.

Ambos se abrazaron. Antonio no pudo contener las lágrimas por la emoción. Sin embargo, el hijo continuó hablando.

-Como sabrás soy psiquiatra papá. Y como tambien sabrás, nunca te quise como a un padre. Siempre estabas ocupado, a pesar de decir que solo querías lo mejor para mí. Ahora, en cambio, eres tú el que me necesitas, pero con el informe que he hecho, nunca saldrás del hospital, y morirás loco por tu fracaso como padre.

Antonio no aguantó más. Las que en un principio habían sido lágrimas de emoción, se habían transformado en lágrimas de tristeza y dolor. Su hijo, la persona que él más quería, la que más había cuidado durante toda su vida, le había calificado como un padre fracasado. Los hombre uniformados le cogieron, y metíendole en la ambulancia, le ingresaron en el hospital, donde murió de un infarto dos meses después. Cuando su hijo leyó la última frase de su diario, no pudo contener una lágrima de tristeza. 

"Dios, te pido que cuides de mi hijo para que nunca tenga que verse así"


Juanma
30-1-02 
 
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